dimarts, 10 de febrer del 2015

LAS TÉCNICAS DE IMAGINACIÓN MEJORAN AÚN MÁS LA EFICACIA DE LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL DE LA ANSIEDAD SOCIAL

La terapia cognitivo-conductual del trastorno de ansiedad social es eficaz. Sin embargo existe un grupo de pacientes que no mejoran lo suficiente. Por ese motivo, siempre es bienvenida cualquier innovación técnica que complemente la eficacia de la terapia cognitivo-conductual en este tipo de casos.

Las teorías cognitivas de la emoción sostienen que la presencia de imágenes negativas contribuye al mantenimiento de los trastornos emocionales. En el caso de la ansiedad social, estas imágenes consisten principalmente en una representación mental negativa de cómo cree el paciente ser visto por los demás.

Las imágenes negativas son comunes en las personas con ansiedad social. Estas imágenes suelen representar los miedos de estas personas más que la realidad objetiva y, por tanto, refuerzan las evaluaciones negativas sobre uno mismo y las expectativas de evaluación negativa por parte de los demás. Por consiguiente, también aumentan la ansiedad, la evitación de situaciones sociales y la atención centrada en uno mismo. Como es comprensible, todas estas consecuencias negativas interfieren con el desempeño social y, por tanto, contribuyen a reforzar la imagen negativa de uno mismo creando un bucle de mantenimiento del trastorno.

Las técnicas basadas en imágenes parecen ser más potentes para producir cambios emocionales y cognitivos positivos que las técnicas verbales. Un reciente estudio ha comparado una terapia cognitivo-conductual de 12 sesiones en grupo mejorada con la modificación de imágenes con el mismo número de sesiones de terapia cognitivo-conductual basada en la modificación de pensamientos negativos sin incluir imágenes. El tratamiento mejorado incluyó la modificación de imágenes sociales negativas, el afrontamiento mediante imágenes, la reformulación de los recuerdos negativos, el desarrollo de nuevas creencias mediante imágenes positivas y ejercicios de imaginación orientados al futuro.

La terapia cognitivo-conductual potenciada con imágenes fue completada por el 91% de los participantes (lo que ya es un éxito) y, a diferencia de la terapia cognitivo-conductual verbal, la depresión no interfirió con la asistencia a las sesiones de tratamiento.

Aunque los pacientes de los dos grupos obtuvieron una gran mejoría, los del grupo de terapia cognitivo-conductual potenciada con imágenes mejoraron más tanto al final del tratamiento como después del alta. Como era de esperar, aquellos pacientes con una mayor habilidad para evocar imágenes mejoraron más, pero los que no eran tan hábiles generando imágenes también obtuvieron una mejoría muy significativa y equivalente a la del otro grupo de terapia cognitivo-conductual. Es decir, no hace falta ser un virtuoso de la generación de imágenes para beneficiarse de este tipo de tratamiento para la ansiedad social.

McEvoy PM, Erceg-Hurn DM, Saulsman LM, Thibodeau MA. Imagery enhancements increase the effectiveness of cognitive behavioural group therapy for social anxiety disorder: A benchmarking study. Behav Res Ther. 2015;65:42-51.
doi:10.1016/j.brat.2014.12.011