dilluns, 9 de febrer del 2015

¿QUÉ HAY QUE PREGUNTAR DURANTE EL DIÁLOGO SOCRÁTICO?

El diálogo socrático clásico es un método de la dialéctica, es decir, una estrategia para la demostración lógica, que se utilizó principalmente para el examen de los conceptos morales, en ocasiones con fines didácticos.

La premisa original sostenía que la mejor manera de mostrar el acierto de un punto de vista es poner de manifiesto la contradicción del punto de vista contrario (por eso se basa en hacerle preguntas al otro).

En Psicología el diálogo socrático fue adoptado por las primeras versiones de la terapia cognitiva como método para revelar de manera guiada la contradicción de los errores cognitivos de los pacientes depresivos y propiciar un cambio en la manera de percibirse, de percibir su entorno y de percibir el pasado y el futuro.

En pocas palabras, las preguntas del diálogo socrático en la versión original de la terapia cognitiva de la depresión estaban encaminadas a que el propio paciente descubriera (normalmente por contradicción) los errores cognitivos que cometía cuando evaluaba la realidad. No hace falta decir que esta estrategia nada tiene que ver con el aleccionamiento o la explicación didáctica.

No obstante, no es extraño que este tipo de diálogo socrático no surta el casi mágico efecto que suele leerse en los manuales de tratamiento. En algunos casos, el diálogo socrático utilizado de esta manera genera en el paciente más sensación de incomprensión que de ayuda y más resistencia que acuerdo para el cambio terapéutico. No es extraño, ya que la modificación de las cogniciones no se produce por razonamiento lógico (saber que estoy evaluando la realidad de manera sesgada) sino por modificación basada en experiencias correctivas (comprobar que, en realidad, mi percepción era errónea).

Por consiguiente, el objetivo del diálogo socrático no es que el paciente llegue por si mismo a la conclusión de que su manera de ver las cosas es equivocada sino que acepte que los pensamientos son hipótesis (no hechos), que existen otras maneras de entender lo que nos sucede (o que existen otros posibles desenlaces además del negativo) y que el propio paciente proponga un experimento conductual para verificar la precisión real de sus interpretaciones.

El diálogo socrático se inicia recogiendo información de la visión del paciente sin ideas preconcebidas de qué tipo de sesgos cognitivos están actuando y sujetando el afán por cambiar la visión del paciente. Una vez definido con la máxima precisión el punto de vista del paciente es el momento de averiguar cómo le gustaría que fueran las cosas con el objetivo último de que el propio paciente decida qué tipo de experimento conductual le permitirá decidir qué visión de la realidad es más precisa, qué cambios en su comportamiento le facilitarían el alcanzar la realidad deseada y, sobre todo, cómo evaluará si ha tenido éxito.

Así pues, no existe un catálogo de preguntas “buenas” o “perspicaces” para el diálogo socrático eficaz. No obstante, Christine Padesky propone algunas estrategias que pueden facilitarle una cierta estructura:

  1. Concrete las afirmaciones abstractas como, por ejemplo, “me siento inútil” (es posible que lo que entiende el terapeuta no coincida con el significado idiosincrático que le otorga el paciente). 
  2. Tenga en cuenta todas las respuestas del paciente, no sólo aquéllas que se ajusten a su idea preconcebida del caso. Si las respuestas del paciente no le sorprenden y no desafían sus primeras impresiones es posible que no esté escuchando con suficiente atención.
  3. Comparta con el paciente de manera regular durante cada visita un resumen de sus respuestas. Los resúmenes no sólo refuerzan la sensación de ser escuchado y comprendido, sino que también sirven para asegurarse de que está entendiendo adecuadamente a su paciente y le permiten relacionar todas las piezas que componen la formulación del caso.
  4. Plantee una pregunta que lo relacione todo, que describa globalmente el problema y que permita diseñar un experimento para verificar la objetividad de esa visión de las cosas frente a otras posibles interpretaciones así como un plan para verificar el efecto de su comportamiento en lo que le sucede.

Padesky, C.A. (1993, September). Socratic questioning: Changing minds or guiding discovery? Invited keynote address presented at the 1993 European Congress of Behaviour and Cognitive Therapies, London. Retrieved from http://www.padesky.com/clinicalcorner/ (actualmente en Publications/Fundamentals).